viernes, 14 de enero de 2011

Superconductores borrachos

¿Quien había dicho que el consumo de bebidas alcohólicas y la conducción estaban reñidos?

En el Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales en Japón, Yoshihiko Takano y sus colegas estaban realizando unos experimentos sobre superconductividad, creando material con dichas características a partir de un compuesto que se remojaba durante horas en diferentes mezclas de agua caliente con etanol.

Explicación
Los descubrimientos que se realizan en este campo tienen una gran repercusión, ya que los superconductores son elementos que, en ciertas condiciones, pueden conducir corriente eléctrica sin resistencia ni pérdida de energía, lo que permitiría en un caso ideal que los ordenadores no se calentaran, todos los componentes consumieran mucha menos energía, etc...

En el caso contrario, tendríamos las bombillas incandescentes que todos conocemos y que procuramos evitar. Estas para producir luz, hacen pasar una corriente eléctrica por un filamento de carbono, que se pone "al rojo vivo", emitiendo luz (y muchísimo calor). Su eficiencia es muy baja, ya que convierte en luz visible aproximadamente el 15% de la energía consumida, el resto de la energía se invierte, prácticamente, en producir calor. (si hiciéramos una bombilla tradicional con un material superconductor, supongo que, ni siquiera llegaría a encenderse, ya que dejaría pasar la corriente sin problemas y lo que sí tendríamos sería un cortocircuito en toda regla).

A gran escala significa un futuro lleno de líneas de alta tensión que pueden transportar una potencia eléctrica muchas veces mayor que la actual, mientras se reduce drásticamente las perdidas de energía, ahorrando dinero. Los superconductores también se utilizan para repeler los campos magnéticos, lo que significa que pueden hacer levitar materiales con el más mínimo indicio de magnetismo, incluyendo los trenes de alta velocidad.

El descubrimiento
La conductividad del material (Teluro de hierro -FeTe-) que habían convertido en superconductor, usando etanol, mejoró su conductividad en un 15% y, llegados a este punto y con el descubrimiento que habían realizado, ¿que es lo que corresponde?

Pues una fiesta en toda regla, no hay referencias en cuanto a la envergadura del evento, cuanto duró ni como de afectados estaban los susodichos científicos, el caso es que ha alguno de ellos no se le ocurrió otra cosa que volver a hacer las pruebas, pero en esta ocasión con vino tinto (supongo que sería lo que tenían más a mano), según se desprende de la publicación en la Cornell University Library

Sorprendentemente al usar vino pudieron comprobar que la conductividad mejoró un 23%. Situándose la conductividad del material en un 62,4%.

Conclusiones
  • ¿Los superconductores también tienen resaca?
  • ¿Qué pasa con las drogas y la conducción?
  • ¿Habrán pedido los científicos un presupuesto extra para comprar más bebidas alcohólicas?¿Se las han bebido, o han hecho las pruebas?
  • ¿Quien nos iba a decir que el vino tinto haría levitar a los trenes de alta velocidad?

 Este punto sería para no acabar, así que cada uno saque las suyas propias.

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